
¿Está su Organización Preparada?
Tras más de 30 años de experiencia en el área de infraestructura, sistemas y soporte tecnológico y tras haber colaborado con diversos clientes en varios sectores corporativos en Ecuador, no queda duda que el anuncio de Microsoft sobre el fin del soporte para Windows 10 es un aviso crucial que ninguna organización debe pasar por alto, tal como sucedió con versiones anteriores como Windows 95, 98 y 7.
¿Qué implica el fin del soporte?
Windows 10 nos ha acompañado desde julio del 2015, y tras un recorrido de 10 años con 14 actualizaciones de por medio, Microsoft ha anunciado el retiro del soporte para el 14 de octubre del 2025.
A partir de esta fecha, Microsoft dejará de proporcionar actualizaciones, parches de seguridad y asistencia técnica, lo que implica que cualquier vulnerabilidad descubierta a partir de esa fecha no podrá ser corregida, exponiendo a las empresas públicas y privadas a un mayor riesgo frente a amenazas cibernéticas.
Sin un soporte oficial, las organizaciones se convierten en un blanco fácil para ataques de malware, ransomware y phishing, y la continuidad operativa entra en riesgo.
La pregunta actual para las organizaciones ya no es si serán atacadas, sino cuando.
Impactos directos en las organizaciones
En un entorno sin posibilidades de actualización, conocer los riesgos es clave:
- AUMENTO DE VULNERABILIDADES
Sin parches de seguridad, los sistemas y aplicaciones corren un riesgo inminente de ser atacados. Se han dado casos donde la productividad y la confianza de los usuarios se han visto afectados por pequeños fallos de sistema operativo, que causan problemas críticos al no poder ejecutar adecuadamente aplicaciones de uso diario.
2. OBSOLESCENCIA TECNOLÓGICA Y MIGRACIÓN COSTOSA
Es una realidad que muchas organizaciones dependen de aplicaciones y sistemas que llevan operando por años y sin cambios. Migrar estas herramientas, especialmente aquellas con más de 5 años de antigüedad, puede ser altamente costoso y complejo. La transición suele implicar la adquisición de nuevos sistemas y, en ocasiones, puede significar la pérdida de información valiosa durante el proceso.
Por ello, como cualquier actualización a una nueva tecnología o recurso actual, es preferible realizar una transición planificada, para evitar urgencias posteriores que puedan costar miles de dólares a la organización. En este sentido, el cambio a Windows 11 y las aplicaciones de negocio compatibles con este ecosistema deben ser parte de los planes prioritarios de su equipo IT para evitar futuros inconvenientes.
3. RENDIMIENTO Y ESTABILIDAD COMPROMETIDOS
La falta de actualizaciones no solo afecta la seguridad, sino también el rendimiento del sistema. Equipos que ya muestran signos de desgaste tecnológico pueden experimentar fallos, interrupciones de sistema y una notable disminución en la eficiencia operativa.
Tal es el caso de una configuración no optimizada con discos mecánicos, en la que Windows 10 generaría un uso del 100% del almacenamiento y afectaría la productividad de usuarios que requieran tiempos de respuesta inmediatos. Este bajo desempeño terminaría generando altos costos ocultos por perdida de tiempo del usuario final.
4. AUSENCIA DE SOPORTE TÉCNICO OFICIAL
Sin el respaldo de Microsoft, cualquier incidencia o problema técnico se convierte en un desafío mayor. El contar con soporte oficial es crucial para resolver rápidamente situaciones críticas y su ausencia puede implicar tener que recurrir a soluciones de terceros, generalmente a un costo mayor y con tiempos de respuesta prolongados.
Si una empresa debe cumplir con la normativa ITIL en el área de soporte, específicamente en la resolución de problemas, es necesario que los incidentes no resueltos se escalen hasta el fabricante. Sin una actualización, dicho escalamiento no sería posible, dejando a la empresa sin respaldo en caso de una auditoría de cumplimiento.
Recomendaciones para una transición segura
Ante este escenario, es clave que su organización pueda evaluar de manera inmediata la condición de sus equipos y sistemas. Las principales recomendaciones incluyen los siguientes ejes:
- VERIFICAR LA COMPATIBILIDAD CON WINDOWS 11:
Compruebe si sus PC cumplen con los requisitos mínimos para instalar Windows 11, que consiste en disponer del chip TPM versión 2 y el BIOS compatible con UEFI. Aquellos equipos que resulten aptos podrán actualizarse de forma gratuita a través de Windows Update, garantizando la continuidad y seguridad operativa.
- PLANIFICAR LA ACTUALIZACIÓN DEL HARDWARE:
Para los equipos que no cumplen los requisitos, no se aconseja el actualizar discos o memoria, lo que corresponde es la sustitución del hardware. Una migración bien planificada no solo asegura la seguridad, sino que también optimiza el rendimiento y permite programar un presupuesto que se ajuste a los recursos de la empresa, reduciendo futuros costos operativos.
- ASESORÍA PROFESIONAL:
La migración de sistemas y aplicaciones puede ser un proceso complejo y costoso si no se realiza correctamente. Se recomienda buscar asesoría profesional especializada que le ayude a evaluar sus necesidades, minimizar riesgos y diseñar un plan de migración efectivo.
Se debe mirar mas allá de los equipos de usuario y considerar que los servidores deben cumplir con una versión como Windows Server 2022, ya que conforman un ecosistema compatible que cumple con las seguridades y condiciones de operación de una red empresarial.
Conclusión
El fin del soporte para Windows 10 es una realidad que requiere tomar acción inmediata. Las empresas que no se adapten a estos cambios corren el riesgo de enfrentar problemas de reputación, seguridad, obsolescencia y costos excesivos en migraciones futuras.
Por ello, las organizaciones deben ser proactivas y actualizar no solo los sistemas operativos, sino también su visión sobre la gestión tecnológica, la cual avanza a pasos agigantados y requiere preparación para mantener la competitividad y la seguridad en el mercado actual.
Como profesional del área, mi compromiso es ayudar a las organizaciones a transitar este cambio de forma segura y eficiente, garantizando una infraestructura tecnológica robusta y preparada para el futuro proporcionando una mirada más allá de lo evidente. ¡El momento de actuar es ahora!